La Dra. María José Barrero fiscal del caso Griselda Blanco, sigue trabajando fuerte en una principal pista sin dejar de lado otras que surgieron pero con el correr de los días van perdiendo fuerza.
Entre las 2 y 4 de la madrugada del 20 de mayo data la muerte de Griselda Blanco según los médicos forenses, cuando fue hallada en su vivienda de calle Juan Pujol. Sin indicios de algún tipo de robo, Blanco perdió la vida violentamente luego de sufrir dos heridas de arma blanca a la altura del cuello, estrangulada con una soga y algunos golpes en su cabeza.
Descartada la escena del ahorcamiento, rápidamente las autoridades judiciales dieron intervención a la Policía Federal para llevar adelante una investigación más clara ya que Blanco en oportunidades había denunciado en sus programas a altos mandos de la Policía. De igual hubo colaboración constante de la División de Investigación Criminal de la Unidad Regional III que derivó todo lo recolectado a la Dra. Fiscal para el análisis de los Federales. La División de Homicidios de la Policía Federal junto al área de Ciber Delitos fueron los que se hicieron presentes para afrontar este caso que en ningún momento fue una historia facil de contar.
Desde las primeras horas posteriores a la muerte de Blanco, las primeras pruebas dieron indicios de que su ex pareja quede demorado. Se trata de A. J. que al tener elementos en su contra, horas más tarde la Fiscal ordenó su detención y lo imputó quedando alojado en Comisaría Primera.
Sin abandonar y dejar de lado la investigación, aparece un testimonio clave, la de los hijos de Blanco que también aportaron que ella mantenía una relación con un empresario de la noche y que en los últimos tiempos ya se había vuelto más que comercial su contacto.
Al profundizar esa investigación se llegó gracias al cotejo de teléfonos celulares, mediante la intervención de la Policía Federal y datos que aportó la División de Investigación Criminal, a la casa de este hombre que estaba radicado en las afueras de Curuzú Cuatiá, sobre ruta 126 a la altura del Km 159 en la zona Sur.
En un primer allanamiento solamente se secuestró teléfonos celulares, de toda la familia. Quien atendió a los investigadores en el allanamiento fue el señor D. H. que ante la presencia de la Policía se mostró muy nervioso, según él porque era la primera vez que vivía una situación de ver tantos policías en su finca.
Fue un miércoles fundamental, ya que ese día alcanzó para que los teléfonos celulares peritados, "hablen" fue así que con nuevas pistas los investigadores vuelvan a allanar por segundo día consecutivo el local bailable de la zona Sur de la ciudad. Nuevamente se recolectó pruebas y cada hora que pasaba el Sr. D. H. se veía comprometida y pasaba a ser parte de esta lamentable historia.
Fue el jueves cuando gracias al aporte de Cámaras de Seguridad de la División de Investigación Criminal y la recuperación de chats de la víctima con el sr. D. H. quedó en evidencia que había indicios que que este guardaba relación en el caso y ameritaba su inmediata detención.
En la noche del jueves, los efectivos Policiales llegaron una vez más pero ya con la orden de detención y su incomunicación en la presente causa para D. H. Además volvieron a incautar elementos para volcar a la causa. La vivienda fue resguardada, para que con luz natural, ingresen los Peritos Federales para levantar alguna que otra pista. Mismo procedimiento que se había llevado en la casa de G. B. con pruebas denominadas de luminol.
El viernes por la mañana más de cuarenta efectivos rastrillaron la zona de la casa en las afueras de la ciudad, y se hallaron elementos como ser un teléfono, ropas y un cuchillo. Todo secuestrado para su exámen. Ese mismo día recuperaba la libertad A. J. pero seguirá ligado a la causa.
En esos momentos, seguían llevando pruebas de laboratorio, pruebas como recuperación de charlas de Blanco con D. H. dónde además de existir una relación comercial se descubrió algo más que ya pasaba a ser una relación más sentimental. Esto D. H. lo llevaba adelante a escondidas de su familia, su esposa y sus hijos.
Entre las conversaciones que la Policía Federal entregó como prueba se supo que Blanco le exigía dinero a H. D. a cambio de no hablar de su local y que claramente su familia no sepa de esta relación a escondidas. También había pedidos de ayuda para algunas obras en la vivienda de Blanco y que D. H. se había comprometido y después no lograba ayudarla. Por lo que los investigadores presumen que el principal móvil de este hecho, sería la extorsión, lo que habría llevado a D. H. a cometer el crimen.
Todos estos elementos ya fueron anunciados y fundamentados por los Federales y las autoridades judiciales en una conferencia de prensa a la ciudad el pasado viernes. Y sirvió para que el domingo, las pruebas presentadas, la fiscal solicite la detención preventiva y la imputación por Homicidio Simple. Algo que lo confirmó el Juez de Garantías Dr. Martín Vega en su decisión luego de escuchar las partes en una audiencia realizada en el recinto del Juzgado.
Resta llegar resultados de laboratorio y también pruebas de ADN más otras pistas que el área de tecnología de la Policía Federal deberá enviar a esta Unidad Fiscal. Por lo que ahora D. H. seguirá detenido en la alcaldía local a disposición de Justicia. Desde la Fiscalía, aclararon que no se descarta ninguna hipótesis. Pero siguen por una pista firme que cada vez complica más al único detenido del episodio sangriento, al empresario de la noche D. H
Fuente: El Diario de Curuzu